¿Sus inquilinos se encuentran en una situación de impago de las rentas y quiere iniciar un desahucio? ¿Tiene okupas en su vivienda y quiere desalojarlos? ¿Va a sufrir un procedimiento de desahucio por impago de hipoteca o de alquiler? En Simarro & García Abogados podemos ayudarle.
El desahucio es un procedimiento judicial que significa el desalojo de una o varias personas de un inmueble, ya sea una vivienda o un local comercial, del que están haciendo uso para que este vuelva a disposición del propietario del mismo. Los motivos más habituales para que el propietario recurra al desahucio son el impago de rentas de alquiler y el impago de cuotas hipotecarias.

Desahucio por impago hipotecario
En los desahucios por motivos hipotecarios la entidad bancaria solicita el desalojo de los propietarios de una vivienda si estos han dejado de estar al corriente de los pagos de su hipoteca. Por lo tanto, solo puede afectar a propietarios de viviendas (o locales comerciales) que aún no han terminado de pagar su hipoteca.
Para los desahucios bancarios es importante contar cuanto antes con el asesoramiento de un abogado con experiencia en este tipo de casos para evitar o frenar en la medida de lo posible el desahucio. Estos procesos no suelen ser rápidos, ya que la entidad bancaria debe avisar en primer lugar de los impagos y antes de llegar al desahucio normalmente tendrá que pasar por varios pasos intermedios.
Desahucio por impago de alquiler
El otro gran motivo que suele motivar el inicio de un procedimiento de desahucio de inquilinos es el impago del alquiler por parte del inquilino. Ante una situación de impago, si los inquilinos se niegan a abandonar el inmueble, el propietario puede iniciar un procedimiento de desahucio para desalojarlos y recuperar el uso y disfrute del inmueble.
Sea usted parte arrendadora o arrendataria, contar con la asistencia de un abogado especializado en desahucios puede ahorrarle muchos quebraderos de cabeza y contribuir a que el asunto se solucione de la mejor forma posible, incluso de forma extrajudicial si prospera la mediación y negociación entre las partes.